El Danzón
Como la habanera, el danzón también nace de la contradanza y la danza criolla y se escribe en compás de 2×4, a partir de un ritmo dominicano: el cinquillo. El cinquillo es en realidad un grupo de cinco notas que se adecúan al valor musical de cuatro. El danzón es un baile más lento y cadencioso que la contradanza, con las parejas bailando abrazadas, en permanente contacto, prácticamente sin moverse de su sitio, con una postura similar a la del tango pero con la particularidad de que los dos mantienen la mirada. Al tener en su estructura una parte repetida, el ritmo del Danzón es pegadizo, pero la unión de instrumentos de viento le agregan misterio, logrando un contraste que facilita la comunicación en el intercambio de miradas.
Musicalmente, el danzón está compuesto por una introducción de ocho compases, que se repite para hacer un total de 16 antes de entrar en la llamada parte del clarinete, luego viene nuevamente la introducción, que funciona en este caso como puente, y se pasa a la parte de los metales (violín en la charanga), que por la mayor duración de las figuras ofrece un estilo mas lento. Su longitud es de 32 compases, volviendo a la introducción repetida.